Octavio “Chavo” Saraintaris es un ilustrador, guionista y humorista gráfico argentino nacido en Don Torcuato. Su camino artístico comenzó durante la pandemia, cuando el aislamiento lo llevó a canalizar su humor interno y su timidez a través del dibujo. Autodidacta, con influencias del humor absurdo y la historieta argentina, Chavo desarrolló un estilo propio donde conviven lo grotesco, lo infantil, lo político y lo existencial con un trazo simple y directo.
Su proyecto más reconocido, Chavo Escrotito, nació como una cuenta de Instagram en la que publica viñetas dibujadas a mano que parodian situaciones cotidianas desde una mirada desvergonzada, tierna y escatológica. El nombre del proyecto y su estilo reflejan su decisión de romper con lo solemne: sus personajes suelen ser testículos parlantes, bebés totalitarios, pedos reflexivos o seres híbridos que filosofan sobre el sinsentido de la vida mientras se drogan o se pelean en un baño público.
Lo que empezó como un ejercicio personal de publicar dos chistes por día se convirtió en un fenómeno viral que lo llevó a participar en revistas como Barcelona, colaborar con cervecerías y marcas under, producir animaciones, escribir guiones y organizar eventos. La comunidad de seguidores que reúne Chavo Escrotito no solo consume sus publicaciones, sino que comparte y resignifica sus viñetas como una forma de resistencia humorística frente a lo absurdo del mundo contemporáneo.
En 2024 editó su primer libro y actualmente prepara una antología titulada Mil chistes para leer en el baño, que resume su espíritu lúdico y corporal. Chavo Saraintaris propone un humor que no se disculpa, que apunta a lo más básico del cuerpo y lo más abstracto del alma al mismo tiempo, invitando a reírse sin filtro de lo ridículo, lo doloroso y lo humano.